Ayer se cumplieron tres años del coma del vocalista de Soda Stereo, resultado de un accidente cerebrovascular en el 2010, luego de ofrecer un show en Venezuela como parte de su gira “Fuerza natural”, que también incluyó al Perú.
El parte médico, emitido ayer, determinó que el estado
del rockero de 53 años de edad no presenta cambios neurológicos y que
clínicamente se encuentra estable. Aún continúa en asistencia respiratoria
mecánica, sin intercurrencias agudas ni lesiones agregadas.
Liliana Clark, su madre, no está tan de acuerdo con el
reporte. La doña, quien no se despega del músico –en su habitación del primer
piso de la clínica Alcla en Buenos Aires– asegura que su hijo presenta
‘algunas’ reacciones: “Sigue recibiendo todos los cuidados para que, si Dios
quiere, salga de esta situación”. Ricardo Mollo, del grupo Divididos y amigo
más asiduo a la clínica, también contó que las pulsaciones de Cerati se
aceleraron el día que le trajo a Merlín, su hijo con Natalia Oreiro.
Quienes no pueden dar fe de ello, por su ausencia, son
sus compañeros de Soda Stereo, Zeta Bosio y Charly Alberti. Este último aseguró
a la televisión argentina que todas las semanas llora al pensar en la situación
de Cerati y por ello se angustia mucho.
Las muestras de cariño provienen de aquellos que no
guardan ni lazos de amistad ni sangre. En las afueras de la clínica han creado
‘El muro del aguante’ donde se hallan pancartas o flores dejadas por fanáticos
de toda Latinoamérica con la esperanza de que puedan ser apreciadas por
Cerati... cuando abra los ojos.
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