El terrible hecho fue descubierto a las 5:00 de la tarde del sabado por el padre de los niños, Ramiro Vargas Quispe (40), quien para
ingresar a su casa –ubicada en la avenida Los Geranios, manzana G, lote 5,
Asociación de Vivienda El Inti– tuvo que violentar la puerta.
Sentía que, pese a haber formado un hogar con tres niños,
aún no había encontrado la felicidad que tanto buscaba. Tras escribir una carta
en la que manifestaba esta desilusión, una joven madre envenenó a sus tres
hijos –uno de ellos de apenas cuatro meses– y luego se suicidó tomando el mismo
preparado en su vivienda, ubicada en Chaclacayo.
Horas antes, la mujer había sostenido una fuerte
discusión con su conviviente, al que –en medio de gritos– culpó de su desdicha,
según informaron fuentes policiales.
Al ingresar a la habitación, el hombre se encontró con la
macabra escena: su pareja y sus tres hijos yacían sin vida, con espuma en la boca
y acostados sobre una cama.
Según informó la Policía, Melba Panduro Cajahuanca (27)
había mezclado veneno para ratas con yogur, preparado que les dio de tomar a
sus hijos: un varón de 8 años y dos niñas de 6 años y de apenas 4 meses. Luego,
ella bebió la misma sustancia.
La Policía presume que, antes de que el veneno empezara a
hacer efecto, la mujer habría acostado a sus niños junto a ella sobre su cama.
En la habitación, los agentes encontraron la carta que
dejó la madre y en la cual decía que se había pasado la vida buscando la
felicidad y que no la hallaba.
Además, culpaba a su conviviente de no comprenderla,
contó uno de los policías que llegó para levantar los cuerpos de las víctimas.
No solo dejó una carta en la que decía que no era feliz.
Antes de suicidarse y matar a sus tres hijos en su vivienda de Chaclacayo,
Nelva Panduro Cajahuanca (27) envió un mensaje de texto a uno de sus familiares
como despedida.
“Decía que no le echen la culpa por la decisión que
estaba a punto de tomar”, manifestaron a los diarios la policía encargada.
Los parientes de la mujer aseguraron que esta trágica
noticia les llegó de sorpresa. “No sabemos qué pensar. Tenemos conocimiento de
que hay una carta pero no la hemos visto”, manifestó Eustaquio Panduro, padre
de la suicida.
Por otro lado, la hermana de la homicida, Mily Panduro,
reiteró el pedido a la Policía para que investiguen “las verdaderas causas” de
lo sucedido.
También contó que nunca sospecharon que Nelva se sintiera
infeliz. “Ella era alegre, no nos había dicho nada sobre una pelea con su
pareja”, dijo.
DATOS IMPORTANTES:
- Ramiro Vargas dijo que retornó en la medianoche a su
casa y que la puerta estaba asegurada por dentro.
- La Divincri de la zona inició las investigaciones.
- Según los vecinos, la mujer sufría de depresión y
recibía tratamiento psicológico. Sin embargo, los parientes indicaron que
desconocían de esta terapia.
- En su vivienda, ubicada en Chaclacayo, las dos
empleadas de Nelva Panduro manifestaron que esta les dio el día libre.
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