Durante 15 años el profesor Jean-Denis Puillon de la universidad de Besançon ha estudiado la anatomía de 33 mujeres, encontrando que los senos eran más firmes y se hundieron menos en las mujeres estudiadas que no utilizaban la prenda íntima.
Para ser más exactos, se encontró una diferencia de siete milímetros en la altura del busto en comparación con quienes sí lo llevaban.
De acuerdo al análisis, utilizar el sujetador impide que los músculos de esa zona se desarrollen al denegarles la gravedad natural. Al convertirse en "dependendientes" del apoyo de la lencería, se van degradando más rápido con el paso del tiempo.
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