Un niño de sólo siete años
pereció ahogado en la legendaria Laguna de Huacachina, causando un enorme dolor
entre sus seres queridos que llegaron con él desde Lima a visitar nuestra
provincia para disfrutar de los rayos solares y de otros atractivos de este
valle generoso.
Ningún miembro de la familia en su sano juicio se imaginó que un
viaje placentero terminaría en tragedia, menos que la víctima sería el pequeño
Adrián Fabricio Silva Paulett, quien inocentemente ingresó a nadar a la laguna
sin saber al peligro que se exponía.
Sus familiares tampoco imaginaban nada malo, por lo que dejaron
que se alejara unos metros más de la orilla pensando que el espejo de agua no
era tan agresivo.
De pronto el niño se sumergió y demoró en salir a flote, por lo
que gritaron pidiendo auxilio a la Policía de Salvataje, cuyos agentes
rápidamente se movilizaron lográndolo sacar con signos de vida.
Como no reaccionaba a la reanimación, entonces los salvavidas
decidieron trasladarlo de emergencia al Hospital Regional en una camioneta del
Serenazgo, donde los médicos diagnosticaron que llegó cadáver.
Hasta las seis de la tarde el cuerpo inerte del niño se hallaba en
la morgue del hospital, esperando que llegara el Fiscal Penal de Turno para
hacer el levantamiento del cadáver y realizar la autopsia de ley. (DBD) En
anteriores sucesos trágicos hemos dicho que la Municipalidad Provincial de Ica
debería colocar letreros visibles en el Balneario de Huacachina, alertando a
los visitantes sobre el peligro que representa ingresar a la laguna sin saber
nadar, pues existen ciertas zonas donde las aguas pasan los dos metros de
profundidad, más hondo que una piscina.
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