El
debate por la compra de los activos de Repsol, cadena de grifos y envasadora de
gas por Petro-Perú ha tomado
un nuevo giro debido a que el gobierno emitió dos normas legales que apuntan a
fortalecer la empresa estatal.
El
gobierno aprobó la cesión del contrato de licencia para la exploración y
explotación de hidrocarburos en el Lote 64, mediante el Decreto Supremo011-2013-EM.
Como
se recuerda, Humberto
Campodónico, entonces presidente del directorio de Petro-Perú, gestionó que el lote 64 pase a Petro-Perú tras el alejamiento de Talisman Perú y Hesse Perú.
Campodónico
resaltó que la cesión del Lote 64 es un “hecho histórico”, ya que representa la
vuelta de Petroperú a la explotación del crudo tras 17 años. El especialista
sostuvo que con esta medida, los ingresos económicos de Petro-Perú tendrá un
gran flujo entre el costo de producción y venta.
Por
otro lado, el ex presidente de Perupetro Aurelio Ochoa señaló que con
la operación del Lote 64 Petroperú comienza a hilvanar la integración vertical,
es decir, el desarrollo de actividades desde la exploración hasta la
comercialización.
La
otra norma que se aprobó es el Decreto Supremo012-2013-EM que aprueba el Reglamento de la Ley
de Fortalecimiento y Modernización de Petro-Perú, . La norma ratifica que
las sucursales que constituya Petroperú quedan fuera del ámbito del Fondo
Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe) y de
la normativa del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP).
Asimismo,
cuando Petroperú suscriba contratos de asociación, consorcio, joint venture y
otras modalidades, se regirán por las disposiciones de la Ley General de
Sociedades y por los usos y costumbres generalmente aceptados para estos tipos
de participación e integración de negocios.
Por
otro lado, el ex presidente de Petroperú Alejandro Narváez Liceras consideró
positiva la promulgación del reglamento, y recordó que desde 2003 se insiste en
que la sostenibilidad de la empresa estatal requiere un marco legal que permita
su potenciación en el largo plazo.
Fuente: La
República
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