Increible: Extraña aparición casi provoca accidente fatal en Ica

Los 52 pasajeros que llevaba el ómnibus de los Hnos. Flores se sobresaltaron al unísono cuando el chofer dio una frenada en seco, haciendo que el pesado vehículo se desviara hacia el lado derecho de la pista.

¿¡Qué pasa!? gritaron en coro los asustados ocupantes, pensando que el piloto había pestañado por el cansancio o el bochorno por el calor de la pampa de Pisco. El chofer no respondió nada y sin retirar la mirada perturbada hacia el horizonte, abrió la puerta delantera y descendió presuroso combinando en su mente sentimientos de temor y curiosidad.
Miró por todos lados con la incógnita dibujada en su frente y pupilas, casi al borde de la locura preguntó dos o tres veces ¿dónde está?, ¿dónde está?...¡Yo la ví!, ¡yo la ví!, repetía al mismo tiempo que se daba valor. ¿Qué pasa tío? inquirió el joven cobrador, como pretendiendo adivinar lo que pasaba.
Algunos pasajeros también descendieron para hallar respuesta al misterio que casi los lleva al más allá. Repuesto del susto y caso resignado el chofer manifestó que luego de pasar Pozo Santo vio que una mujer vestida en forma normal caminaba por su mismo carril como si viniese a su encuentro. Fue así que pensando que era una dama de carne y hueso, extraviada en la pampa, frenó en el acto y desvió el bus hacia la derecha.
Contó que estaba seguro que había visto a una mujer y que era fácil distinguirla porque había luna llena, pero cuando bajó ya no estaba en la carretera y no había rastro de ella. "Estoy seguro lo que digo, cómo les voy a mentir si he estado con los ojos bien abiertos", manifestó tratando de persuadir a los excépticos pasajeros que no creían en su versión de la extraña dama que nos recuerda a la leyenda urbana de "la mujer de blanco".
El sorprendente episodio se registró alrededor de las 3:15 de la madrugada de ayer en la carretera Panamericana Sur, pasando Pozo Santo. El bus a esa hora se dirigía de Lima a Ica. Superado el susto el chofer retomó la marcha y esta vez para nada retiraba la vista del parabrisas mirando hacia el horizonte, como si tratase de repetir la experiencia para tener como testigos a los pasajeros que seguían creyendo que les habían contado una fábula medieval.
Los relatos de enigmáticas visiones en las pampas de Pozo Santo provienen de la década del 60 del siglo pasado. Algunas personas aseguran haber visto platillos voladores, hombres de cabeza cana elegantemente vestidos, mujeres misteriosas con la mirada fija como queriendo dar un mensaje, una alerta. En ciertas ocasiones los conductores de autos, camionetas y otros vehículos aseguran haber "impactado" a esos espectros que eran como cuerpos transparentes.
No existe una explicación científica o metafísica sobre los hechos narrados. Tal vez se trate de almas en pena de personas fallecidas en los innumerables accidentes registrados en esa zona. Hasta ahora no conocemos de algún sacerdote que halla llegado a ese lugar para bendecirlo y pedir que cese la penitencia de los desencarnados.
Hace unos años, curiosamente, en la misma zona el Párroco de Luren, Adalberto Dávila, casi pierde la vida en un accidente cuando conducía su vehículo. ¿Será que las almas de los siniestrados estén buscando un sacerdote para que desde el más allá rece por ellas?
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Fuente: Daniel Bravo Dextre
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