El presidente de la República, Ollanta Humala, partió
esta mañana a Cuba, donde cumplirá con una visita de trabajo entre el 11 y 12
de enero en la ciudad de La Habana, y cuyo objetivo es fortalecer la agenda de
cooperación bilateral.
Mediante resolución legislativa 29977, el Congreso de la República aprobó el permiso de viaje del jefe del Estado, quien viajó con el viceministro de Relaciones Exteriores, José Beraún; el director general de América de la Cancillería, Claudio de la Puente; y otros funcionarios de la Presidencia de la República.
El dignatario y su comitiva partieron al promediar las 8.30 horas del Grupo Aéreo No. 8, donde fueron despedidos por la vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza, quien reemplazará al gobernante mientras dure su ausencia.
De acuerdo a norma de autorización, durante su estadía en La Habana el presidente Humalapromoverá la negociación para la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica entre Perú y Cuba. Asimismo, se impulsarán dos convenios y un tratado.
Estos son el Convenio Complementario del Convenio Básico de Cooperación Técnica y el Convenio de Reconocimiento Mutuo de Estudios, Títulos y Diplomas de Educación Superior. Dichos instrumentos benefician a los estudiantes de grados superiores de ambos países.
De igual manera, se dejará listo el Tratado de Asistencia Judicial en Materia Penal entre ambos países.
Asimismo, participará en la coordinación de las presidencias pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe. Estas serán encabezadas por Perú y Cuba, respectivamente.
Mediante resolución legislativa 29977, el Congreso de la República aprobó el permiso de viaje del jefe del Estado, quien viajó con el viceministro de Relaciones Exteriores, José Beraún; el director general de América de la Cancillería, Claudio de la Puente; y otros funcionarios de la Presidencia de la República.
El dignatario y su comitiva partieron al promediar las 8.30 horas del Grupo Aéreo No. 8, donde fueron despedidos por la vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza, quien reemplazará al gobernante mientras dure su ausencia.
De acuerdo a norma de autorización, durante su estadía en La Habana el presidente Humalapromoverá la negociación para la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica entre Perú y Cuba. Asimismo, se impulsarán dos convenios y un tratado.
Estos son el Convenio Complementario del Convenio Básico de Cooperación Técnica y el Convenio de Reconocimiento Mutuo de Estudios, Títulos y Diplomas de Educación Superior. Dichos instrumentos benefician a los estudiantes de grados superiores de ambos países.
De igual manera, se dejará listo el Tratado de Asistencia Judicial en Materia Penal entre ambos países.
Asimismo, participará en la coordinación de las presidencias pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe. Estas serán encabezadas por Perú y Cuba, respectivamente.
Como se recuerda, el presidente venezolano, Hugo
Chávez, se encuentra en dicho país recibiendo un tratamiento contra el
cáncer que padece. Desde que está internado ha recibido la visita de otros
mandatarios sudamericanos, como el boliviano Evo Morales
Los rumores sobre la precariedad de la salud de Chávez no
hacen más que incrementarse con esta minicumbre presidencial que sucederá
en La Habana.
Mirko Lauer
Columnista de la República
Es obvio que Ollanta Humala viaja a La Habana para
respaldar a Hugo Chávez, y de relancina al chavismo en una hora complicada.
¿Por qué? Más allá de las actuales distancias doctrinarias en muchos aspectos,
hay entre los dos políticos una vieja relación personal, que por sí sola
explica muy bien el apoyo en un momento de dificultades, acaso terminales.
En lo segundo es indispensable moverse con la principal
patota de la región. A pesar de que Humala se ha mantenido disciplinadamente en
la Alianza del Pacifico (Chile, Colombia, México, Perú) y el mundo de los TLC,
también ha buscado una presencia entre los gobiernos izquierdizantes que
predominan en Unasur, y cortan la mortadela geopolítica en la zona.
De las dos opciones diplomáticas disponibles en estos
días Humala ha elegido la más cauta, pasar a saludar en La Habana, y ha obviado
la flamígera. Pues asistir a una manifestación política en Caracas, como han
hecho los presidentes más bolivarianos (Morales, Mujica, Ortega), ha sido una
forma de intervenir en delicados asuntos internos de Venezuela.
Quienes pintan el viaje como un rebrote de algún gen
bolivariano en Humala lo hacen porque simplemente necesitan lanzarle una
acusación que lo mantenga en vereda con su actual pragmatismo de derecha. Pero
están flagelando un caballo muerto, pues hace ya buen tiempo que Humala no
revela tentaciones izquierdizantes, y populistas económicas nunca las tuvo.
Si bien el viaje no es ninguna peregrinación chavista, no
deja de ser incómodo, pues su naturaleza no está clara. Pues en Caracas dicen
que Chávez volverá, pero en Brasil un periódico serio como Folha de Sao Paulo
dice que el gobierno cubano discretamente informa a algunos gobiernos que “solo
un milagro” le permitiría seguir gobernando.
En medio de todo esto La Habana está en una suerte de
primavera diplomática. Primero aloja a los negociadores de una paz colombiana,
y ahora acoge algunas de las ceremonias presidenciales de apoyo o despedida de
Chávez. Sin duda es, más allá de las discrepancias ideológicas, un gobierno con
el que el Perú debe seguir manteniendo buenas relaciones. Este viaje también
puede servir para eso.
Fuente: Adina, República
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